quiero dejar de ser tan dura conmigo misma.
5 de septiembre de 2022. 20ª edición.

¡Hola a mis personas favoritas del internet y de la vida! Es momento de sincerarme con ustedes: el día de hoy encontrarán mucho vómito verbal por aquí. A partir del bloqueo creativo más fuerte que tuve hace un año, le siguieron unos cuántos más y tengo que decir que fueron provocados por el miedo y la inseguridad de no ser lo suficientemente buena. A veces me siento en una constante lucha interna por obligarme a crear, a escribir y a compartir un poco de lo que me inspira con ustedes, aunque por el otro lado tengo miedo de poner lo que siento allá afuera por temor a que no sea bien recibido.
Las veces que más me he sentido creativa, es cuando la vida es más ligera, todo está bien y estable así que esto propicia que pueda enfocarme en hacer introspección, tener tiempo libre de sentarme a leer, escribir o simplemente tener actividades de ocio que me oxigenen la mente. Lo cierto es que, para las personas tan sensibles como yo, la vida a veces se siente como demasiado, la rutina de los trabajos nos absorbe y no queda mucho espacio para la creatividad. Espero que platicar de por qué a veces me cuesta tanto regresar a los espacios que compartimos juntxs me sirva para sentirme acompañada y esperar a que algo de esto resuene en ti.
Estoy un poco molesta con las redes sociales y conmigo misma por hacerlas parte tan crucial de mi vida cotidiana, pues muchas veces no logro más que compararme constantemente y sentirme insatisfecha con las pocas o muchas cosas que he hecho en mi corta vida. Me da coraje sentirme tan mal de ver que todo el mundo está completamente feliz y realizado y yo no. Sé que incluso yo misma he contribuido a esta falsa realidad de las vidas perfectas y de las apariencias. Muchas veces me siento en una competencia de "a ver quién parece más feliz", quién tiene los mejores "aesthetics", el mejor sentido de la moda, los libros más nuevos, los viajes más emocionantes y quién visita los restaurantes más "cool".
Estoy bastante cansada de sentir que todo el tiempo tengo que pretender estar bien y aparentar que todo en mi vida está en perfecto lugar y que estoy donde debo estar, haciendo lo que más me apasiona y perfectamente satisfecha con todo tal cuál es. La verdad es que no. Muchas veces siento que debería estar haciendo más, creando más, conociendo más y estoy exhausta.
Sé que tengo que trabajar mucho en la manera en que veo mi vida y mi propio camino, sobretodo cómo tomo lo que los demás quieren que vea de la suya en redes sociales. Hay una frase que me sorprendió mucho escuchar: "Se nos va la vida deseando otra"; se nos va el tiempo y la energía deseando tener tal cosa, tal viaje, tal trabajo, tal pareja, tales amigas, tal ropa y que cuando tenga todo eso, ahora sí podré ser feliz. La idea de una vida ideal que construimos a partir de la idea de la felicidad ficticia que vemos en redes sociales y con las personas a nuestro alrededor. Puede que muchas veces sea así y no todo sea apariencia, pero ¿cómo saber cuando es real y cuando no? Tal vez que no hay manera de saber.
Supongo que tenemos que considerar que por cada cosa que vemos en redes hay un montón de factores que no vemos detrás. También me molesta mucho el hecho de ceder ante la idea capitalista y de los algoritmos de redes de sentir la necesidad de siempre estar creando o si no pierdes engagement, visualizaciones o impresiones de tu contenido. Creo que es un ciclo de nunca terminar que estoy descifrando cómo poder atravesar sin perderme en el intento. Quiero poder ser capaz de entrar a las redes sociales y no sentirme en una competencia de aparentar quién la está pasando mejor, dejando de lado otras cosas que también son reales como la insatisfacción, la incertidumbre y la angustia.
Sé que si este espacio ha resonado con muchxs de ustedes, es porque yo siempre he tratado de ser transparente con cómo me siento o lo que estoy viviendo en este momento. Siempre quiero que Inspirable sea un lugar donde te puedas sentir acompañadx. A veces me pregunto si yo soy la única que se siente así, si mi realidad es la única abrumadora y quiero pensar que no, sin embargo luego pienso: ¿Por qué todos seguimos en este juego de ganar el premio a la vida más feliz y no mostramos un poco de aquello que nos duele? Probablemente porque tenemos miedo a sentirnos juzgadxs por no tener la vida bajo control como debería ser o sentir que nos tengan lástima por no estar completamente felices ni conformes.
¿Soy la única preocupada por las cuentas?, ¿soy la única que está enojada con el sistema y las desigualdades?, ¿soy la única que duda de haber tomado las decisiones correctas en su carrera?, ¿soy la única que no ha viajado a Europa como al parecer todos ya han hecho?, ¿soy la única que se preocupa por el mundo en que viviremos cuando seamos viejxs? A veces se siente como que sí. Dentro de mi cotidianidad hay cosas que suceden que se sienten mucho y, aunque algunas me dejan con una sensación de energía e inspiración, otras me dejan hundida en el sillón pensando en qué pude hacer diferente o mejor. A veces quisiera no ser una persona tan sensible ni pensar tanto las cosas.
Me gustaría decir que tengo la suficiente inteligencia emocional para mantenerme en calma y ser objetiva la mayoría del tiempo, pero nada puede estar más alejado de la realidad. La verdad es que me bloqueo, soy un mar de emociones y sobrepienso muchísimo las cosas. También vivo con ansiedad, lo cual me hace sentir que no le caigo bien a nadie, que lo que hago no es suficientemente bueno, pienso en todos los escenarios fatales que pueden ocurrir y dudo bastante de mi talento.
Constantemente, sentir que tengo que ser perfecta en todo lo que hago me detiene de regresar a escribir; por lo que si dejo de hacerlo por una semana, me siento fatal por haber perdido constancia y disciplina, me tacho de floja y conformista y dejo de crear por otra semana más. Así sucesivamente. Esto es lo que hace la búsqueda de la "perfección" en la que me encuentro.
Mi salida fácil es acostarme a dormir y pretender que así se arreglarán todas las situaciones. Muchas veces no hablo con nadie de cómo me siento porque no quiero ser una carga o la amiga que se siente mal por todo. Sé que no lo soy, pero mi mente me detiene mucho de ser vulnerable, pues quiero seguir en este laberinto de la vida feliz y plena.
He llegado a la conclusión de que la comparación de la experiencia propia mata la inspiración y consume el espíritu creativo. Quiero dejar de sentir que voy retrasada en todo y de competir con fantasmas. Quiero ser más amable conmigo misma, quiero dejar de ser tan dura y exigente pues esto me limita de muchas cosas que me gustaría compartir por no ser lo "suficientemente buenas".
Creo que esto es una llamada de atención a mí misma de que está bien no sentirse bien y que no le debo creatividad a nadie, ni si quiera a este espacio, si es que no me siento bien. Sin embargo, también tengo que aprender a no quedarme inmersa en la tristeza y la auto-compasión. Me he dado cuenta que entre más me exijo ser perfecta, menos resultados tengo. Supongo que tengo que aprender a ser más comprensiva y paciente conmigo misma, así como lo soy con otras personas.
✨Recomendaciones de la vida en general
Honestamente, no sé cómo lograré lo que te comentaba en la sección anterior. Entiendo que tengo que ser paciente con mi proceso, pero tampoco quiero caer en un bloqueo creativo cada vez que ocurra algo en mi vida. Quiero ser capaz de fusionar ambas cosas, sin dejar una de lado. ¿Será esto posible? Si acaso tienes una buena práctica o simplemente te gustaría platicar más sobre esto, escríbeme en mis mensajes directos por Instagram.
El día de hoy, como en otros newsletters, no tengo una moraleja qué compartir, simplemente yo tratando de hacer catarsis de mi proceso creativo y personal una vez más. Sobretodo, mi intención es traer este tema a la mesa y que si algo resuena en ti, puedas saber que no eres la única persona con este sentimiento. Así que esta es una llamada a la acción para que me envíes un mensaje con aquello que te ha servido en tu propio proceso creativo y personal: un capítulo de podcast, playlist, video libro, artículo, incluso tiktoks. Todo es bien recibido. Me encantaría compartir estas recomendaciones en alguna próxima edición del newsletter o en mi perfil de Instagram.
Al haber dejado por aquí todo esto, me despido una vez más de este mi lugar seguro. Espero la próxima vez que nos escribamos poder tener una respuesta a mis preguntas o al menos un poco más de calma. Lo que sí me emociona es que ya se siente el otoño en la punta de los dedos, lo que significa suéters, cobijas suavecitas y mucho café.
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