un corazón esparcido por todo el mundo.
¡Hola a mis personas favoritas del internet y de la vida! Espero que estén increíblemente bien, así como yo estoy de volverles a escribir por acá. Cada vez me doy más cuenta de que la vida adulta me ha alcanzado: las cuentas por pagar, los planes a futuro, las amistades que ya no son y los quehaceres por los que creo que nunca sentiré gusto. Es por eso que, por más que me duela aceptarlo, mis apariciones por acá probablemente sean cada vez más espaciadas, pero quiero que sepan que nunca dejo de pensar en este rinconcito que hemos construido juntxs, el que muchas veces ha sido mi hogar y mi refugio.
Entre tantas cosas que han pasado y otras que no, quiero contarte algo que recién sucedió y me movió muchas emociones. El fin de semana pasado se casó una de mis mejores amigas (sí, estoy en esa etapa), y bueno, por supuesto que tremendo evento me dejó pensando mucho en todo lo que hemos pasado juntas y lo increíble que es poder llegar a conocer tanto a una persona como para ser parte de uno de los días más importantes de su vida.
Desde hace ya rato quería expresar sobre lo que mis amigas representan en mi vida y es complicado, por que muchas de ellas ya no están en la misma ciudad donde nos conocimos; algunas se fueron a Europa, otras a Estados Unidos y una a Canadá. Parece ser que yo soy la única que sigue aquí y me recuerda mucho a la canción de Taylor Swift “right where you left me”. He trabajado ya mucho este tema hasta al fin lograr entender que el camino de cada persona se ve diferente, pero a veces es difícil llevarlo a la práctica.
Lo más difícil para mí fue haberlas ido perdiendo poco a poco, una por una. Hasta cierto punto, me sentí traicionada por que eligieran irse de una vida que creamos juntas, sentí que rompimos esas promesas que nos hicimos de nunca separarnos y permanecer juntas hasta el fin de los tiempos. Mucho tiempo me enojó el hecho de que yo nunca me hubiera atrevido a abandonarlas así y tal vez, en una parte de mi corazón siempre vivirá ese sentimiento de traición, aunque espero alguna vez comprender sus razones.
Si pudiera describir este sentimiento, creo que sería justamente cuando Jo le pide a Meg que no se case y que se queden ellas dos juntas por siempre. Cuando me refiero a perder no quiero decir que dejamos de ser amigas, si no que pues simplemente se fueron lejos, lo que hizo que nuestra amistad se transformara en una diferente: ya no más pijamadas después de salir de fiesta, cenas en casa, noches de karaoke, estar a unos kilómetros de distancia fáciles de recorrer. En lugar de eso, ahora tenemos mensajes de WhatsApp e Instagram, videollamadas y la esperanza de viajar pronto para pasar unos días juntas.
Esta es otra de las cosas que más me costó entender de la vida adulta y que no pensé que me fuera a ser tan difícil: las amistades sí cambian y conforme el tiempo pasa, sólo las que son reales permanecen. Ya no somos las mismas de cuando nos conocimos, hemos cambiado mucho y quiero pensar que todo ha sido para bien. Aún guardo con mucho cariño esas versiones que fuimos a principios de nuestros veintes y jamás olvidaré todos los recuerdos que hicimos juntas.
Este fin de semana volvieron a Monterrey dos de las amigas que más quiero y que ahora tienen una vida muy lejos de esta ciudad, una vida que aún no he visitado. Es curioso pensar cómo son mis mejores amigas pero aún no he ido a sus casas y tampoco conozco mucho a sus parejas, cuando solíamos saber cada detalle de la otra.
En la boda lloramos de felicidad y nostalgia combinadas, bailamos hasta las cuatro de la mañana, nos dolieron los pies hasta ya no poder caminar, cantamos a todo pulmón, tomamos shots de vodka tamarindo, nos abrazamos y fuimos las mejores parejas que pudimos tener. Qué curioso e increíble fue revivir por una noche lo que durante muchos años fue nuestro común denominador.
Al otro día, Marcela tuvo que tomar un vuelo para regresar a su hogar de ahora y aún no sabemos cuándo volverá a Monterrey. Me consuela un poco que a Cynthia todavía le queda una semana completa aquí, pero estoy segura de que cuando se vaya, me quedaré de nuevo con un hueco en el corazón. Cómo quisiera tenerlas más cerquita, de verdad. Incluso, otra de mis amigas tiene ya dos hijas, una de ellas no la conozco y a la otra, la mayor, sólo la vi una vez, cuando ya tenía un año.
A pesar de todo esto, lo hemos hecho funcionar.Sí, la naturaleza de nuestra amistad ya no es la misma y también yo tengo un novio al que aún no conocen por que también vive lejos. Sin embargo, saboreamos cada ratito que tenemos cuando logramos coincidir y todo se vuelve como siempre, como antes, incluso mejor. Hemos dejado de lado las versiones más jóvenes de nosotras y nuestras versiones ya adultas se siguen amando muchísimo.
Si hay algo bonito de vivir lejos, sin duda alguna son los reencuentros. Y, aunque cada vez que nos vemos, algunas cosas sean diferentes, tal vez el trabajo ya no es el mismo, nuestras marcas de expresión sean más pronunciadas y nuestro aguante para la fiesta sea cada vez menos, nuestros corazones y los abrazos se sienten cada vez mejor.
Ansío mucho el día en que podamos reunirnos todas y cada una, no sé cuándo será exactamente pero espero sea pronto. Mi corazón ahora se encuentra esparcido por todo el mundo y sé que tengo una casa esperándome donde quiera que ellas estén. Me alegra tanto tenerlas en mi vida, casi tanto como lo mucho que las extraño y que quisiera verlas más seguido, pero sé que donde quiera que estemos, nuestros corazones permanecen juntos.
✨ Recomendaciones de la vida en general
📚 El maravilloso y místico club literario de Esme y Majo — Como ya saben, hemos arrancado ya la primera edición del club de lectura que teníamos ya rato contándote. Estos meses hemos estado leyendo la primera novela de nuestra queridísima amiga Pao Carola, “El Mar está lleno de Medusas” y hoy tendremos nuestra primera sesión en conjunto a través de Google Meer. Si te inscribiste, más tarde les enviaremos la liga de acceso y recuerden traer sus apuntes y venir preparadas para una sesión súper enriquecedora donde platicaremos de este libro que nos tiene tan conmovidas.
💜✨ Túnel 19 ft. Ale Serna — Soy una futbolera de un tiempo para acá, después de muchos años de no sentirme parte del mundo deportivo, he encontrado mi espacio junto con otras amigas. La semana pasada se llevó a cabo la final de la Liga BBVA femenil, en donde se llevaron el triunfo mis Tigres Femenil y no podría estar más contenta. En este capítulo de Túnel 19 con Karen Gonzalez y Karen Flores, con Ale Serna como invitada de honor, podrás escuchar más sobre la victoria de las Tigres y cada detalle del equipo.
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Sin mucho más que decir mas que te mando muchos abracitos en estos días que han estado más fríos que de costumbre, te doy las gracias de nuevo por llegar hasta acá y leer todo lo que tengo para decir. Para esta edición me encantaría ver una foto de tus amigues que están lejos y tu frase favorita de este newsletter, la vez pasada me hicieron sonreír mucho con sus fotitos con sus amorcitos. Siempre te agradeceré que me des un pedacito de tu día y nos acompañemos mutuamente.
Hoy voy a:
Escribirle una nota a mis amigues que están lejos🤍
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